El príncipe Tamino se ha extraviado en un bosque cercano al Templo de la Reina de la noche. Ella tiene una hija llamada Pamina, quien se encuentra bajo el poder del Rey Sarastro. Al mismo tiempo, en el bosque, Papagueno y Grandel buscan un mejor destino. Mientras que el príncipe cabalga tratando de encontrar una salida, es atacado por unos terribles dragones de dos cabezas y finalmente cae desmayado. Unas doncellas de la Reina lo salvan con su magia y cuando vuelve en sí, ve por allí a Papagueno y Grandel y cree que ellos lo han salvado, por lo que decide invitarlos a su reino para agradecerles.
Juntos emprenden el viaje, pero por el camino son sorprendidos por la Reina de la noche y sus doncellas. Ella le cuenta al príncipe que realmente fueron sus doncellas las que lo salvaron y le encomienda una importante misión: rescatar a su hija Pamina. Para ayudarlo en su misión le entrega la flauta mágica, que solo podrá usarse como última opción.
Con ayuda de Papagueno y Grandel, el príncipe logra llegar al palacio de Sarastro, quien los obliga a decir quién los envío. Después de varias discusiones, Sarastro confiesa que él es el verdadero padre de Pamina y que la Reina de la noche no es quien aparenta ser. Esta confesión cambia la perspectiva y la misión de nuestros personajes, por lo que ahora tendrán que enfrentarse a un enemigo aún más poderoso: la Reina de la noche.
Director
Ya como que conocemos más o menos bien a Mozart. Sabemos que nació en 1756 en lo que hoy es Austria. Sabemos que completó 600 piezas musicales y que dejó 21 incompletas. Todos y todas lo reconocemos como el genio de la música clásica, como el pequeño que a los cinco años ya estaba componiendo un concierto. Es más, hasta Leopoldo, su padre, decía que Mozart era el milagro que Dios permitió nacer en Salzburgo.
Pero hay varias cosas que se nos escapan. Era un niño muy gentil y tan sensible que la trompeta lo asustaba. Toda su niñez se la pasó viajando. Con menos de siete años ya había dado un concierto en el palacio imperial de Viena y había dado un tour por todas las capitales musicales del centro de Europa. Es justo suponer que esto debió ser un peso para él. ¿Se imaginan? Ser genio y milagro al mismo tiempo, sin si quiera haberse graduado del colegio.
Uno pensaría que la vida de Mozart fue fácil, que todo el mundo lo admiraba como nosotros ahora, pero la verdad es que la gente de la época prefería escuchar las piezas de otros compositores. Para ser honestos, a Mozart le costó mucho la vida de adulto. Algunos historiadores dicen que sufría ataques de alegría que luego lo dejaban deprimido. Tal vez es momento de conocer a Mozart de otro modo. Dejar atrás al genio para poder reconocer a la persona, al hombre que le gustaba estar con sus amigos, que por cierto eran pocos, y que por encima de todo disfrutaba la música. Seguramente, amaba componer porque deseaba que los demás gozaran la música tanto como él y eso fue lo que logró con La flauta mágica
De pronto te crees muy grande para cuentos de hadas, también te puede ya parecer poco interesante cómo el príncipe rescata a la princesa sufrida de la torre más alta en un castillo custodiado por un dragón. Y para ser justos, es posible que tengas razón, pero sólo un poquito. Acuérdate que los cuentos de hadas no son solo para pequeños, de hecho son textos que llevan existiendo muchísimo más tiempo que las noticias, que las novelas y por supuesto que Netflix. Pero ¿por qué?
Porque estos cuentos a parte de ser maravillosos y de introducirnos a mundos fascinantes, son también la manera en que muchas culturas lograron juntar todo lo que habían aprendido sus antepasados. Antes de que Hans Christian Andersen, que Perrault y los hermanos Grimm pasaran a papel sus supuestos cuentos de hadas, que hoy celebramos, estos eran historias que se contaban en las casas para aprender lecciones valiosas como, no salir del bosque de noche o no comer cualquier cosa que te encuentres por ahí.
Los cuentos de hadas son tan raros que pueden hacer una cosa cómo ningún otro cuento, acordarnos de que la magia existe. No, no esa magia con la que puedes mover cosas con una varita o hacer aparecer un conejo de un sombrero, esos son trucos. La verdadera magia es la que logra vencer al tiempo y la que te deja aprender lo que personas, que ya hace mucho tiempo no están en el mundo, aprendieron. También tienen otro gran poder, pueden cambiar tu mundo y vencer las fuerzas del mal, pero eso será algo que tendrás que aprender poco a poco mientras continúas por este camino.